jueves, 8 de octubre de 2009

Bendita dosis de adrenalina





Hace cosa de 6 años (añito arriba, añito abajo) emepezó mi devoción práctica por la música. En especial, por el Punk Rock. Nunca me imaginé que que aquella fecha del 6 de Enero (porque yo sí creo en los Reyes Magos, gracias a este día) de 2003 marcaría tanto a una persona. No sólo en la forma de ver todos los objetos, ya que para mí cada artilugio inútil o vulgar era una buena razón para crear cualquier instrumento de percusión (mi gran devoción). Si no me creéis, que se lo pregunten a la buena de mi madre, la pobre, que desde que yo soy amigo de la música, ella es íntima del Iburofeno (de 400 mg. ya no le llega, imagínate en que Santo día decidió el comprarme aquel montón de latas atronadoras, como siempre decía y dice.)

Me estoy yendo por las ramas. Al grano, que esto es a modo de introducción, ya habrá tiempo para explicarse. El quid de la cuestión es que hay mucha desinformación sobre este movimiento, que ha trascendido de lo musical a lo cultural, lo espiritual y si se me permite la licencia, hasta en lo político. Como todo ahora, la verdad. Me gustaría rellenar este vacío mental en mucha gente (que cuando les hablas de esto se quedan como los conejos cuando le das largas) y así, de una vez por todas pueda devolver el favor de aquel bendito día en el que escuché el primer disco de Bad Religion, BlackFlag, Bad Brains y una larga lista de lo que para mí, perdón por el de arriba, sí que son dioses.

Espero que os guste,la Historia de mis artistas preferidos comienza aquí...